«Permaneciendo en su mente»: para lograr uno de los objetivos con nuestros clientes, que es, permanecer en su mente como la primera vez, Jack Trout dice en su libro Diferenciarse o morir, que ‘lo que hace fuerte a una empresa no es el producto o servicio, sino que la posición que ocupa en la mente del consumidor’.
Esto no está lejos de la realidad, pues es ahí donde se desarrolla la batalla competitiva entre las marcas.
Es por esto que lograr la visibilidad y permanencia en la mente del consumidor es fundamental para aumentar las probabilidades de que los esfuerzos en marketing logren alcanzar sus objetivos.
Para ganar notoriedad es fundamental tener la capacidad de ocupar una posición de privilegio, pero de forma permanente estar permaneciendo en su mente.
Las marcas buscan posicionamiento:
Cuando se entrega un trabajo de calidad se va otorgando identidad positiva y valor a la marca, la cual se irá posicionando por sí sola en el colectivo mental.
Se necesita objetividad para tener éxito en la era del posicionamiento, hay que ser brutalmente franco.
Se necesita sencillez. Solo una idea obvia funcionara hoy.
El volumen abrumador de comunicación condiciona el éxito de las cosas nuevas.
Al momento de cumplir con las expectativas que tenga el cliente, se generará que el consumidor le dé un valor a la empresa. Por lo tanto que la recomiende en el mercado, basado en la experiencia que le generó el consumo o uso del producto.
La mejor manera de llegar a nuestra sociedad sobre comunicada es con mensajes sobre simplificados.
Sólo una parte mínima del mensaje logrará abrirse camino.
Debemos concentrarnos en la manera que tiene de percibir la otra persona (nuestro cliente), y no en la realidad del producto.
En nuestra sociedad sobre comunicada, el nombre del juego hoy, es principalmente el posicionamiento.